La potencia ocupante no tiene absolutamente ningún derecho soberano sobre la zona oriental de la ciudad, expresó en una carta el representante permanente palestino ante la ONU, Riyad Mansour.
El mensaje fue enviado al secretario general de las Naciones Unidas, al presidente del Consejo de Seguridad y al titular de la Asamblea General del organismo con el fin de alertar sobre ‘las graves y continuas violaciones cometidas’ por Israel.
Al respecto, advierte que esas acciones amenazan con desencadenar un grave conflicto religioso en la región.
En ese sentido, el diplomático criticó la entrada el domingo de unos mil 500 colonos, respaldados por la policía, a la Explanada de las Mezquitas, un hecho considerado una provocación por los palestinos y el mundo árabe en general.
El Consejo de Seguridad de la ONU debe reclamar a la potencia ocupante respetar el derecho internacional y aplicar sus propias resoluciones sobre el tema para detener la impunidad de Israel y alcanzar la estabilidad en el terreno, subrayó.
También demandó la protección de los civiles y de los lugares santos, así como los derechos inalienables del pueblo palestino, entre ellos la creación de un Estado con capital en Jerusalén oriental y el retorno de los refugiados.
La zona este de esa metrópoli fue ocupada por el ejército israelí durante la guerra de 1967. En 1980 ese país declaró a toda la urbe como su capital eterna e indivisible, una postura rechazada por la mayoría de las naciones del mundo.
jha/rob