En la capital, estudiantes universitarios tomaron las calles para exigir la liberación de su profesor, Abbias Édumé, secuestrado el miércoles último por personas no identificadas.
‘No podemos seguir soportando los actos de secuestro que hunden a las familias haitianas en el luto y la pobreza. Los secuestradores deben liberarle. Édumé no tiene la cantidad de dinero que piden’, criticaba un alumno durante el curso de la protesta en la cual también erigieron barricadas de neumáticos y bloquearon algunas arterias.
Otros pedían a la Policía asumir sus responsabilidades en el establecimiento del clima de paz, mientras aseguraban que el secuestro del profesor es ‘un montaje’ del Gobierno para limitar las protestas.
A 74 kilómetros al suroeste de Puerto Príncipe, abogados de la Fiscalía de Petit-Goâve también se movilizaron por el rapto de Édumé, y Makendy Roger, exsustituto comisario del gobierno municipal.
En los últimos dos años, con la multiplicación de las bandas armadas, crecieron exponencialmente los secuestros, en particular en la capital y otras ciudades.
En su más reciente informe, la oficina de Naciones Unidas en Haití registró 234 casos durante 2020, de ellos 70 de septiembre a diciembre, lo que representa un aumento del 200 por ciento con respecto al año anterior.
Aunque la ONU celebra la disminución de las actividades criminales por la acción de la Policía, señala que el pasado año, al menos 37 niños y 59 mujeres fueron retenidos contra su voluntad.
A inicios de este mes el Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos reveló que al menos 60 personas fueron víctimas de ese fenómeno durante enero, una cifra tres veces mayor que en el mismo mes de 2020.
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