La asociación ambientalista más extendida en este país destacó a través de un comunicado las sensaciones de enfado y desaliento existentes tres días después de los incendios boscosos ocurridos en la ciudad de Cerdeña que devoró bosques, olivares y campos de cultivo, exterminó animales y miles de personas fueron desplazadas.
Tras el desastre, acorde con el texto, queda la ‘amarga constatación de que, una vez más, pudo haberse hecho más y mejor para prevenir lo sucedido.
Según la fuente, que cita a Annalisa Colombu, presidenta de Legambiente Cerdeña, el saldo de daños, el cual estará disponible en las próximas horas, deberá ir acompañado de la identificación de los responsables materiales y de los a cargo del control y protección ‘de un territorio cada vez más atacado por el hombre’.
También refiere la importancia de la educación ambiental, comenzando por las escuelas.
Los incendios, acorde con Colombu, estallaron en Montiferru y en los últimos días quemaron al menos 20 mil hectáreas de terreno, el 10 por ciento de todo el territorio de la provincia de Oristano, además del desplazamiento de unas mil 500 personas; lo cual exigió el despliegue de fuerzas y medios, con siete mil 500 trabajadores.
En los últimos días, señala el comunicado, nuevos y devastadores incendios afectaron también al oeste de Sicilia, entre las zonas de Trapani y Agrigento, desde el monte Erice hasta el Bosco dei Sicani, donde provocaron serias afectaciones en lugares de gran valor, mientras este fin de semana igual ocurrió en la región de Lacio, en Civitavecchia y en el cuadrante sureste de Roma.
Para Antonio Nicoletti, responsable nacional de Áreas Protegidas y Biodiversidad de Legambiente, resulta más que evidente cómo en los últimos años eventos de ese tipo, cada vez más frecuentes e intensos y con dinámicas muchas veces similares, resultan imposible afrontarlos en una perspectiva de emergencia, como es práctica desde hace tiempo.
Según señala el comunicado urge una mayor concentración en la prevención forestal en todos los niveles de planificación, evaluar la previsión de riesgos y las acciones necesarias para reducir la vulnerabilidad de los bosques.
En particular, menciona la necesidad de un sistema de prevención multirriesgo y la importancia medular de la protección y cuidado del territorio, unidos a la lucha contra el abandono del bosque.
Resaltó en tal sentido las previsiones del Centro Euro-Mediterráneo sobre Cambio Climático el cual previó para finales de siglo temperaturas de verano en el sur de Italia constantemente en los 40 grados, lo cual explica la importancia de gestionar con cuidado los bosques.
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