Presentado por el diputado Mikki Zohar, del partido derechista Likud, la propuesta fue derrotada por 50 a favor y 66 en contra, detalló el diario The Time of Israel.
El gobierno criticó la iniciativa, aunque entre sus miembros hay formaciones de ese corte ideológico.
El ejecutivo está integrado por una variopinta alianza que incluye a agrupaciones de diversas tendencias unidas por un denominador común: su rechazo al hasta hace poco primer ministro y actual líder opositor, Benjamín Netanyahu.
Según el rotativo, el respaldo a un proyecto así podría dinamitar la coalición por el rechazo de los partidos pacifista Meretz e islamista Raam, con seis y cuatro escaños en el legislativo, respectivamente, a la colonización judía en Cisjordania.
El sucesor de Netanyahu, Naftalí Bennett cuenta con el apoyo de 61 de los 120 diputados del legislativo, por lo cual cada curul es clave para la supervivencia de la alianza.
Poco antes de la votación, Zohar calificó de oportunista a Bennett, conocido por sus posiciones ultraderechistas.
Hace una semana la titular del Interior Ayelet Shaked descartó cualquier congelamiento en la ampliación y desarrollo de las colonias judías en los territorios palestinos ocupados, en claro desafío a la comunidad internacional y la ONU.
Shaked es la segunda figura del partido ultraderechista Yamina, cuyo líder y fundador es Bennett.
‘La construcción en Judea y Samaria (como los judíos llaman a Cisjordania) continuará en los próximos años’, advirtió la funcionaria.
Según datos oficiales palestinos, Israel construyó más de 31 mil viviendas en las 144 colonias ubicadas en Cisjordania y Jerusalén oriental desde 2004 y levantó otros 139 puestos de avanzada para futuros asentamientos.
En tanto, el número de colonos creció de 415 mil hace 17 años a 660 mil en 2019, pese al rechazo de la comunidad internacional y de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
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