El desbordamiento de los ríos en Santo Domingo y La Libertad hizo que media docena de familias de la zona perdieron sus viviendas, y un centenar más sufrió daños severos, que las autoridades ayudan a reparar.
‘Hay que inmediatamente atender con brigadas médicas para evitar, y más en estos tiempos de pandemia, afectaciones a la salud’, advirtió la vicepresidenta de la República, Rosario Murillo, en su tradicional alocución diaria.
Murillo lamentó en particular la muerte de un niño discapacitado, sorprendido por la riada dentro de su hogar, sin poder hacer nada para salvarse.
La funcionaria informó además sobre el envío de colchonetas, frazadas, kit de higiene, sábanas, materiales de construcción y alimentos para los damnificados y personas en condiciones de vulnerabilidad.
Además, fueron enviadas cisternas con agua, y las autoridades trabajan en la limpieza y restauración de los servicios básicos de la ciudad de Santo Domingo, surcada por el río homónimo en Chontales.
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