Un total de 66 legisladores acordaron avanzar con el plan valorado en un billón de dólares, mientras 28 se opusieron a destinar esa cantidad de fondos a modernizar puentes y aeropuertos, entre otras cuestiones, por dejar fuera gastos contra el cambio climático y programas sociales.
El polémico proyecto, negociado durante meses con la Casa Blanca, contó con el respaldo de 16 senadores republicanos que se sumaron a los demócratas para impulsar la iniciativa, aunque aún pueden realizar enmiendas al texto, que luego pasará a analizarse en la Cámara de Representantes.
‘Dada la naturaleza bipartidista del proyecto de ley, el Senado debería poder procesar esta legislación con bastante rapidez’, dijo el líder de la mayoría en la Cámara Alta, Chuck Schumer.
La prisa se debe a que el Congreso estadounidense tomará un receso de verano a partir de la segunda semana de agosto.
En resumen, de ser aprobado el plan, 73 mil millones dólares servirán para reconstruir la red eléctrica, 66 mil millones para trenes de pasajeros y carga y 65 mil millones para expandir el acceso a Internet de banda ancha.
Además, incluye 55 mil millones de dólares para modernizar las redes hidráulicas, 40 mil millones para reparar puentes, 39 mil millones para mejorar el transporte público y 7,5 mil millones para crear la primera red federal de estaciones de carga para vehículos eléctricos.
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