Al intervenir en la primera jornada del segmento de alto nivel de la sesión 46 del Consejo, el mandatario repudió las más de 450 sanciones unilaterales impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea a su país, las cuales calificó de ilegales y les atribuyó la provocación de una crisis humanitaria de manera alevosa y premeditada.
Enfrentamos una agresión económica multidimensional, que ha ignorado los llamados de Naciones Unidas y del pueblo venezolano a detener estas acciones en tiempos de la pandemia, advirtió.
De acuerdo con Maduro, mediante las mal llamadas sanciones despojaron al país sudamericano de al menos 30 mil millones de dólares, que ayudarían a atender la salud y los derechos integrales de las personas.
Los secuestradores demuestran gran crueldad en el actual escenario de la Covid-19, subrayó.
En ese sentido, destacó los recientes llamados de la relatora especial de Derechos Humanos Alena Douhan, quien visitó este mes Caracas, a poner fin a la mencionada política por sus consecuencias devastadoras en la población.
Maduro aseguró que pese a tanta hostilidad, Venezuela logró mitigar y controlar la pandemia, a partir de las medidas de protección social aplicadas y de su sistema de salud pública gratuito.
Asimismo, resaltó el empleo de recursos científicos, los que puso a disposición de la comunidad internacional en el enfrentamiento al coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.
El presidente de Venezuela abogó por el multilateralismo como instrumento para lidiar con los desafíos globales y reiteró que el bloqueo y las agresiones no detendrán los programas de seguridad social ni la cooperación con el sistema de la ONU.
A propósito de la voluntad de Caracas de trabajar con los diversos actores del Consejo de Derechos Humanos, insistió en que su país no aceptará la injerencia de ‘mecanismos inquisidores que pretendan utilizar la justa causa de los derechos humanos para imponer un cambio de régimen’.
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