Desde su llegada al aeropuerto internacional La Aurora, familiares, amigos y compañeros de equipo le sorprendieron con aplausos, marimba y sesiones de fotos, pues todos querían tener un recuerdo del atleta y expresarle su admiración.
El esperado abrazo de sus padres, Doña Dora y Don Roberto, estuvo entre los momentos más emotivos para el zurdo de oro, así como el encuentro con su hermano, que logró arrancarle lágrimas.
‘Felices, contentos y orgullosos de tenerlo ya con nosotros’, dijo Dora a los medios de prensa, mientras su hijo recibía también el reconocimiento de las autoridades de la Aviación Civil, el viceministerio de Cultura y Deportes y la Federación Nacional de Bádminton.
También muy especial fue el abrazo con José María Solís, ‘Chema’, quien esta vez no viajó con su alumno aventajado, pero le hizo saltar de alegría, sufrir, desvelarse, vivir cada partido.
‘Puedo decir que aún queda más para dar’, aseguró, para concluir que ‘los resultados del zurdo son más motivantes para mí como entrenador, me plantean nuevos retos, pero ahora hay que disfrutar a lo grande su retorno a nuestra Guatemala’.
Sonriente en todo momento a pesar del cansancio del viaje y también un poco sorprendido, Cordón aseguró que ahora lo que más desea es descansar, estar con su familia y poner en orden sus pensamientos para definir si habrá en el futuro otros juegos olímpicos.
‘Solo quiero aprovechar hoy, porque no lo pude hacer de la mejor manera en Tokio, para agradecer a Guatemala de todo corazón ese gran apoyo que sentí, y no lo digo solo como deportista, sino como persona’, expresó el zacapaneco.
‘Cada vez que yo salía a la cancha no estaba jugando Kevin, sino todo el país, por eso muchas gracias’, ratificó.
Instalado ya en el cuarto lugar del mundo, mantiene su modestia característica a la hora de contar lo que los medios internacionales en Tokio definieron un ‘milagro’, y que en realidad respondió a mucha perseverancia y años de sacrificio.
‘No me la creo aún, uno entrena en base a objetivos y sueños y estando allá se convirtieron en una realidad, pero a pesar de que eso pasó, todavía no entra bien en mi cabeza poder estar entre los cuatro mejores’, afirmó.
‘Como deportista, lastimosamente no pude traer una medalla para Guatemala, pero como persona, lo mejor que me pudo haber pasado es ganarme ese cariño y ese corazón del pueblo; ese es el mejor regalo que me dio estos juegos olímpicos’, explicó.
Y ese sentimiento recíproco le llegó en un recorrido por concurridas avenidas capitalinas como parte de una caravana en homenaje al ídolo de Zacapa y ahora de todo el país.
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