Asimismo, insistió en la necesidad de una investigación imparcial, exhaustiva y transparente sobre ese trágico suceso, que causó la muerte a unas 200 personas y provocó el desplazamiento de miles.
En su intervención virtual en la conferencia internacional en apoyo al pueblo libanés, la alta representante de Naciones Unidas detalló que la economía de ese país está en caída libre, los servicios básicos colapsan, la sociedad se fractura y la población sufre extremas necesidades.
Líbano atraviesa una de las peores crisis de su historia reciente y su pueblo ha soportado casi un año sin gobierno, apuntó la funcionaria de la ONU.
Bajo el liderazgo del primer ministro designado Najib Mikati, añadió, esperamos la rápida formación de un gobierno para implementar reformas y abordar las crisis.
Actualmente, más de la mitad de la población de ese país vive en la pobreza y uno de cada tres libaneses sufre inseguridad alimentaria, lamentó.
También casi cuatro millones de personas corren el riesgo de no tener acceso al agua potable, cientos de miles de niños podrían abandonar la escuela definitivamente y el desempleo va en aumento, detalló.
La gente del Líbano lucha todos los días contra la inflación y la aguda escasez de combustible, electricidad, medicinas y agua, agregó, mientras cada vez más familias de migrantes y refugiados necesitan asistencia de emergencia.
Además, la pandemia de Covid-19 sigue afectando al sector de la salud y tiene un fuerte impacto en la economía, advirtió la diplomática nigeriana.
Mohammed se refirió también al apoyo brindado por la ONU y otros socios internacionales: solo trabajando juntos podemos lograr un impacto a la escala requerida, recalcó.
A su juicio, la conferencia de este miércoles ofrece una oportunidad de renovar el compromiso y generar asistencia financiera de cara a prevenir una catástrofe humanitaria.
Pero sabemos que los esfuerzos de emergencia por sí solos no resolverán la crisis, observó la secretaria general adjunta de Naciones Unidas, hace falta sentar las bases de una recuperación a más largo plazo, anclada en la Agenda 2030, sugirió.
El 4 de agosto de 2020, una fuerte explosión en el puerto de Beirut provocó la muerte a 218 personas, hirió a otras seis mil 500 y destruyó las casas de unas 300 mil.
Desde entonces, Líbano también enfrenta la pandemia de Covid-19 sumada a la peor crisis económica y financiera en décadas, que el Banco Mundial describió como la más aguda en 170 años.
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