El evento emplazado en la arena digital constituye una oportunidad para restablecer la dinámica de la industria literaria, afectada por la pandemia de la Covid-19, en tanto extiende su alcance y promueve el diálogo entre autores, editores, correctores, traductores, distribuidores, agentes y libreros de diversos países.
Con Suecia como invitado de honor, el encuentro propone una edición sostenible en coherencia con las dinámicas de desarrollo económico-social del huésped honorífico y su pabellón virtual en este encuentro, que presenta un bosque bajo las auroras boreales.
En ese ámbito tecnológico, el programa sueco comprende una amplia gama de textos relacionados con proyectos ambientales, pues una de sus metas es convertirse en el primer Estado de bienestar con cero emisiones netas de fósiles, destaca un comunicado del comité organizador.
Dentro de la veintena de escritores provenientes de ese territorio europeo, sobresalen nombres como Anna Bagstam, Christer Fuglesang, Golnaz Hashemzadeh Bonde, Henrik Tamm, Michael Hjorth y Hans Rosenfeldt.
En esta ocasión la feria promueve la iniciativa Donar un libro es un hecho de paz, la cual se basa en la premisa de que las historias y universos atesorados en los volúmenes son más valiosos cuando se comparten, en lugar de almacenarlos, mientras fomenta el acceso equitativo a la educación y la cultura.
Hasta el 22 de agosto la feria propone charlas profesionales, talleres, presentaciones de libros, proyección de audiovisuales, intercambios académicos sobre lenguas indígenas, inclusión, tradiciones, medio ambiente, entre otros asuntos.
Considerado uno de los eventos de habla hispana más importantes en el mundo, el encuentro fundado en 1988, busca posicionarse como un referente del libro y la lectura más allá de América Latina e instar a la reflexión sobre el acontecer actual.
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