Nos enfrentamos a condiciones sin precedentes (…); varios días de intenso calor transformaron a toda la nación en un polvorín, declaró el jefe de gobierno durante una intervención televisada.
Cerca de medio millar de bomberos laboran para extinguir las llamas que destrozan áreas citadinas y periféricas desde hace una semana.
En esta capital el fuego que destruyó mil 200 hectáreas provocó el cierre de la autopista hacia el norte debido a la poca visibilidad, así como de la carretera nacional.
Hasta el momento no se reportan fallecidos mientras los heridos rondan la veintena.
Francia, Suecia, Suiza y Rumanía anunciaron el envío de aviones y vehículos de bomberos para ayudar a paliar la situación.
Edificios patrimoniales, monumentos arqueológicos, así como las ruinas de la ciudad de Olimpia, están amenazados por el avance de las llamas por lo que las autoridades gubernamentales expresaron la víspera preocupación por la integridad de esos lugares.
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