El canciller señaló en su cuenta de Twitter que a pesar de ello, el 64 por ciento de los cubanos accede a internet por diferentes vías y el 76 por ciento de la población tiene cobertura de la señal de televisión digital.
El jefe de la diplomacia de la nación caribeña agregó que 6,6 millones de usuarios emplean la telefonía móvil, mientras aumentan las redes 4G en el territorio nacional.
Sin embargo, el cerco estadounidense restringe más de 60 programas informáticos, sitios y servicios para la isla, entre los cuales se insertan alrededor de 20 herramientas de Google, según un artículo publicado en el diario mexicano La Jornada por la doctora en Ciencias de la Comunicación Rosa Miriam Elizalde.
Contradictoriamente, la administración norteamericana anunció en días pasados que hará todos los esfuerzos por dotar a los cubanos de una nueva infraestructura de internet gratuita.
Con ese propósito, funcionarios de muy alto rango de la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos, de acuerdo con un podcast en el que participan también miembros de la comunidad de inteligencia de ese país, no descartan distintas variables.
Entre ellas se incluyen presiones sobre la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), para que ‘hagan la vista gorda’ ante las probables acciones violatorias de las regulaciones internacionales.
Mientras esos planes se ponen en marcha y los centros de poder y grandes medios intentan imponer la narrativa de que ‘el bloqueo no existe’, hace solo unas semanas la plataforma Wetranfers, útil para la transferencia de archivos, se sumó a los servicios prohibidos para Cuba, a pesar de ser una empresa de Países Bajos.
Según datos de la Cancillería de la nación caribeña, solo en el periodo de abril a diciembre de 2020 el cerco estadounidense generó daños a la isla antillana en el sector de las telecomunicaciones por más de 65 millones de dólares.
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