Mediante videoconferencia, el canciller Téte António reiteró el reclamo del país y apreció la pertinencia del debate internacional, cuando todos los estados continúan soportando el peso de las múltiples consecuencias sociales y económicas de la pandemia.
Según estimó, las aspiraciones en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) están seriamente comprometidas, incluidos los esfuerzos nacionales en pro de los derechos humanos, tal y como fueron delineados en la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas.
Frente a la Covid-19, se requieren más que nunca la solidaridad global y la cooperación multilateral, dijo el ministro de Relaciones Exteriores.
Existe una urgente necesidad por parte de los Estados de garantizar el respeto a los derechos humanos y de encontrar soluciones duraderas a los viejos desafíos y nuevas problemáticas del contexto sanitario actual, juzgó el jefe de la diplomacia en esta nación africana.
Tras un año, Angola contabiliza poco menos de 20 mil 350 casos de la Covid-19, casi el mismo número de personas recuperadas y menos de 600 muertes, dijo el diplomático, cuyo discurso íntegro fue difundido aquí por la oficina de comunicación institucional y prensa de la Cancillería.
El empeoramiento de las vulnerabilidades socioeconómicas, a causa de la pandemia, obligó a posponer para 2024 el ingreso de Angola a la condición de país de renta media, acotó el funcionario, quien destacó la prioridad otorgaba por el gobierno al mejoramiento del bienestar y las condiciones de vida de la población, pese a las condiciones adversas.
Al decir de António, la Covid-19 afectó los derechos económicos, sociales y culturales de los angoleños, al incidir de manera negativa en la lucha contra la pobreza multidimensional.
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