Por valor de casi un billón de dólares, el acuerdo votado este martes resulta un logro para una administración que necesita victorias cuando a casi siete meses de gobierno múltiples crisis aparecen en el horizonte de la Casa Blanca.
Según analistas, constituye una especie de alivio para el gobierno de Biden en medio de problemas que van desde Afganistán al forcejeo con Irán, Rusia y China hasta los millones de inquilinos amenazados con el desalojo, la crisis migratoria en la frontera con México y el rebrote de la Covid-19.
La votación en la Cámara Alta por 69 a 30, la encabezaron Kyrsten Sinema (demócrata de Arizona) y el republicano de Ohio Rob Portman, quien integró la lista total de 19 legisladores de la fuerza roja que se unieron al empeño de los azules.
Ahora el proyecto de ley irá rumbo a la Cámara de Representantes, donde se enfrentará a un futuro incierto y al escepticismo de los progresistas, apuntó el diario The Hill.
Pero la presidenta de ese hemiciclo, Nancy Pelosi, ya anticipó que no lo tomará en consideración hasta tanto el Senado apruebe la segunda parte del plan de gastos, un amplio paquete de 3,5 billones de dólares que incorpora las principales prioridades de los demócratas.
Esa medida demócrata necesitará beneficiarse de la reconciliación, una maniobra legislativa que puede utilizarse para avalar proyectos de ley con implicaciones presupuestarias en el Senado, a fin de sortear el umbral de 60 votos y permitir que pase en una votación en la línea del partido.
Sin embargo, lo alcanzado ahora representa una victoria para Biden y el grupo de tendencia centrista que lideró la legislación y puso grandes apuestas y tiempo para conseguir un acuerdo bipartidista en materia de infraestructuras, comentó el periódico.
La propuesta incluye unos 550 mil millones de dólares en nuevos fondos, muy por debajo de los 2,6 billones de dólares que pretendía Biden a principios de este año.
El paquete de gasto en carreteras, puentes, ferrocarriles, vehículos eléctricos, Internet de alta velocidad y otras prioridades es la principal, y posiblemente única, exhibición de uno de los principios definitorios de la presidencia de Biden: la noción de que los republicanos y los demócratas pueden trabajar juntos por los objetivos nacionales, comentó la cadena CNN.
No obstante, puso de manifiesto las divisiones republicanas, que recibieron las arremetidas del expresidente Donald Trump, en particular dirigidas al líder de la minoría, Mitch McConnell.
Antes, al defender su plan, Biden argumentó que el proyecto de infraestructura asegurará la supremacía de Estados Unidos en la escena internacional, en particular con la mirada puesta en China.
Por eso en un discurso en Lousiana enfatizó que además se necesita una nueva estrategia, centrada en la investigación y el desarrollo y admitió que la nación asiática lleva la delantera en este campo.
Si esto sigue así, los chinos serán los dueños del mercado de los coches eléctricos en el mundo y tenemos que competir, insistió Biden.
Trump hizo del gasto en infraestructuras un punto clave de su campaña presidencial de 2016, pero nunca lo convirtió en una prioridad una vez que llegó a la presidencia y no pudo conseguir que la legislación se aprobara en el Congreso.
El actual ocupante de la Oficina Oval esperó presumir con este resultado legislativo y la ‘independencia sobre la pandemia’, como expresó el pasado 4 de julio; sin embargo, el desafío de su presidencia aumenta cuando la nación se embarca en otra desgastadora batalla por el rebrote de casos de Covid-19 provocados por la variante delta del coronavirus SARS-CoV-2.
Casi 124 mil nuevos infectados diariamente es parte de esa realidad que amenaza con agotar a una ciudadanía ya agobiada, frenar el repunte de la economía y exacerbar la reacción en cadena de los problemas provocados por la pandemia.
De lo que sucede en lo inmediato darán cuenta los índices de aprobación de Biden, cuya luna de miel en el cargo parece terminar, y, por supuesto, podría afectar las posibilidades de los demócratas en las elecciones de mitad de período de 2022, donde pelearán por retener sus pequeñas mayorías en el Capitolio.
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