Las autoridades sanitarias insistieron en que los hospitales, sobre todo los de esta capital, no pueden dar cabida al alto número de casos activos (más de 212 mil), por lo que será necesario recurrir a medidas como habilitar nuevos centros asistenciales de emergencia o seguir derivando pacientes hacia otras provincias.
Otro tanto sucede en las morgues, al punto que los servicios necrológicos han debido alquilar contenedores refrigerados para conservar los cadáveres hasta su enterramiento o incineración. Este viernes la cifra de fallecidos fue de 184, lo que elevó el acumulado a siete mil 126.
Ocurrida a fines de abril a partir de una cadena de contagios iniciada en un centro nocturno, la tercera oleada de Covid-19 se agudizó en julio y sobre todo en agosto, cuando ya son varios los récords de casos y muertes.
Tailandia, el primer país de Asia donde irrumpió la enfermedad después de China, tenía bastante controlada la pandemia, pero la variante Delta del SARS-CoV-2 malogró sus estadísticas.
Hace 10 días el gobierno extendió a todo el mes las medidas de confinamiento en Bangkok y 28 de las 77 provincias del país.
Las restricciones incluyen el toque de queda desde las 21 horas, el cierre de centros que no prestan servicios esenciales y la prohibición de actos públicos y reuniones más de cinco personas.
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