En una entrevista a la televisora CNN, el secretario de Estado defendió este domingo la orden del presidente Joe Biden de salir del país centroasiático y rechazó las comparaciones entre la situación actual en el territorio afgano y la caída de Saigón en Vietnam en 1975.
Entramos en Afganistán hace 20 años con una misión: hacer frente a los atacantes del 11 de septiembre del 2001 y lo cumplimos con éxito, afirmó Blinken, quien obvió el escenario de inseguridad actual en aquella nación, el cual analistas consideran peor que el existente antes de la llegada de Washington.
De acuerdo con el diplomático, la ofensiva del grupo insurgente habría ocurrido incluso si Estados Unidos se hubiera quedado, aunque reconoció que avanzaron más rápido de lo esperado, al punto de estar hoy a las puertas de Kabul y discutir una transferencia de poder con el ejecutivo de Ashraf Ghani.
Manifestó que la Casa Blanca podría reconocer y trabajar con un futuro gobierno afgano liderado por el movimiento talibán siempre que ‘defienda los derechos básicos de su pueblo y no albergue a terroristas’.
En declaraciones a la cadena ABC, Blinken aseguró que el personal de Washington en Kabul fue transferido de urgencia hacia el aeropuerto de la capital afgana, a donde fueron enviados cinco mil soldados del Pentágono para asegurar la evacuación.
Expertos confirman que la embestida de los talibanes representa el colapso de las fuerzas gubernamentales afganas y la derrota militar de Estados Unidos, que gastó miles de millones de dólares anuales.
La guerra en Afganistán, la más larga de la historia estadounidense, comenzó en octubre del 2001, luego de los ataques a las Torres Gemelas, en Nueva York, en busca de los responsables de los atentados y en una supuesta cruzada contra el terrorismo.
Según cifras de la ONU, desde principios de este año casi 360 mil afganos fueron obligados a desplazarse por el conflicto, un total que asciende a millones de personas desde el año 2012 sin contar los miles de civiles muertos y heridos.
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