Incluye encuentros académicos, los tradicionales desfiles patrios en los centros educativos del todo el país, en los que además de estudiantes y docentes se ven involucradas las familias y el resto de la comunidad, informó el asesor presidencial para temas educativos Salvador Vanegas.
Las diferentes actividades serán rectoradas por el Ministerio de Educación, que busca, además de conmemorar los hechos históricos, hacer una revisión del proceso docente-educativo, sus logros, retos y perspectivas.
Vanegas adelantó que entre las iniciativas preparadas a partir de esta semana destacan encuentros de profesionales del sector sobre tecnología educativa, estrategias de aprendizajes para el desarrollo de competencias, talleres sobre redacción y festivales de oratoria.
Sobresalen también un congreso sobre promoción de valores para la prevención del embarazo en adolescentes y de violencia de género; talleres acerca de salud preventiva y hábitos nutricionales, y un curso dirigido a la capacitación en estudios incluyentes.
De igual manera el deporte y la cultura figuran entre las acciones conmemorativas con los Juegos Nacionales Escolares Intermedios; así como cursos de danza y de música con la participación de estudiantes de centros educativos de todos los departamentos.
Además serán acometidos varios proyectos de infraestructura y rehabilitación para los que solo durante esta semana el país invertirá 17 millones 754 mil córdobas (más de 500 mil dólares).
El sábado comienzan los tradicionales desfiles patrios con los que los nicaragüenses celebrarán los 200 años de la independencia de Centroamérica y los 165 de la Batalla de San Jacinto.
Conmemorarán también el aniversario 41 de la Cruzada Nacional de Educación, hito en la historia de un país que al triunfo de la Revolución Popular Sandinista en 1979 tenía al 50,3 por ciento de sus ciudadanos en condición de analfabetismo.
Apenas un año después esa cantidad disminuyó a cerca del 12 por ciento de la población, entonces una nación de poco más de tres millones de habitantes.
La situación cambió durante los años de los gobiernos neoliberales, y cuando el sandinismo retomó el poder tras vencer en las elecciones de 2006, el índice de iletrados había repuntado hasta cerca del 21 por ciento.
En 2009 el presidente Daniel Ortega declaró al país libre de ese mal tras disminuir el analfabetismo a 3,56 por ciento de los nicaragüenses, cifra reconocida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
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