El país pasa por un franco declive de la pandemia de Covid-19, con menos de 500 nuevos contagios diarios, baja positividad y la ventaja de contar ya con su esquema de vacunación completo del 83 por ciento de los más de 15 millones 200 mil habitantes considerados como población objetivo.
Pero en los últimos días autoridades sanitarias llamaron la atención sobre algunos números indicativos de que todo no marcha tan bien y que pudiera ocurrir un retroceso en el control de la pandemia.
El diario El Mercurio señaló hoy en su web entre esos indicios el leve aumento de casos registrados en la sureña región de Magallanes, calificada como un termómetro de situaciones que se han reproducido posteriormente en el resto del país.
A fines de julio esa zona dejó de reportar nuevos contagios, pero desde la semana pasada han ido aumentando, que ya suman 48 enfermos activos, lo que llevó al ministro de Salud, Enrique Paris, a expresar ‘una alerta muy seria’. Informó, además, que a nivel nacional se ha ralentizado la disminución de nuevos casos e incluso ‘hay regiones que los han aumentado en los últimos días’, como Aysén, Ñuble y Magallanes.
Otro factor negativo es la velocidad de contagio, que continúa baja, pero como promedio nacional pasó de 0,89 a 0,91 y en la Región Metropolitana, que concentra casi la mitad de la población del país llegó al uno por ciento y muestra un aumento de los casos activos entre el 9 y 13 de agosto en 25 de sus 52 municipios.
Quizá la mayor preocupación es la presencia de la muy contagiosa variante Delta, de la cual se han detectado relativamente pocos casos, pero ya circula por trasmisión comunitaria en varias regiones.
Esos elementos han llevado a varios especialistas de la salud a prever un nuevo rebrote de la Covid-19 en septiembre y octubre, coincidiendo con un aumento de los contagios de otras enfermedades respiratorias.
Jaime Labarca, infectólogo del hospital Clínico de la Universidad Católica, señaló que el factor de mayor incertidumbre es ver qué pasa cuando la variante Delta se instale ampliamente en Chile y reemplace a la P.1, originaria de Brasil, que es la más extendida aquí.
No obstante advirtió que en Chile la expansión de la Delta pudiera ser menos problemática que en otros países, pues cuando ello suceda se contará con un alto número de la población vacunada.
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