En conferencia de prensa, el principal responsable de operaciones de la cita, Hide Nakamura, precisó que los protocolos ante la epidemia serán básicamente los mismos, aunque reforzados por el alto riesgo de mucho de los paratletas que intervendrán en la justa, prevista hasta el 5 de septiembre.
Según Nakamura, el entorno en Japón no es el mejor con cifras récord de contagios por día que ya superó los 25 mil en todo el país, y la cantidad de pacientes graves también alcanza niveles máximos.
En este sentido, reveló la posibilidad de adoptar medidas más estrictas, sobre todo para los participantes que residen en esta nación asiática y constituyen la mayoría de los positivos detectados tanto durante los Juegos Olímpicos como la antesala de los Paralímpicos.
Los organizadores no adelantaron las nuevas disposiciones, pero señalaron entre las opciones la posibilidad de efectuar cambios en el régimen de pruebas, que actualmente son diarias para atletas y personas cercanas, y cada cuatro días como mucho para el resto.
También podrían establecer un período de cuarentena para quienes lleguen de fuera del país mayor al actual, de 14 días.
Hasta la fecha ya se realizaron más de 40 mil pruebas entre los participantes de los Paralímpicos, con 101 positivos.
Además, no descartaron la flexibilización de las restricciones en casos específicos.
Hay paratletas que no pueden llevar mascarilla por problemas respiratorios o porque necesitan leer los labios de interlocutores, afirmó Hisashi Nakaminami, responsable de la Oficina de Integración de los Juegos Paralímpicos.
A quienes no lleven cubrebocas se les colocará una pantalla protectoras transparente en la zona de la boca marcada con una equis roja para su identificación, aclaró por eso será necesario mantener la distancia física.
El 88 por ciento de los cuatro mil 400 deportistas participantes en la lid paralímpica ya recibieron vacunas anticovid-19 y cerca de 128 o 129 comités nacionales tomarán parte en la cita.
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