Habré –gobernante de Chad de 1982 a 1990- permanecía en Senegal después de ser sentenciado por un tribunal especial africano el 30 de mayo de 2016, tras lo que en medios judiciales se calificó como juicio sin precedente.
Al exmandatario se le imputaron los cargos de crímenes de lesa humanidad, violaciones, ejecuciones, esclavitud y secuestros, y una comisión investigadora chadiana calculó en unas 40 mil la cifra de víctimas durante su mandato.
Según observadores Habré -contradictoriamente- deja una imagen de jefe de guerra y gran patriota que intentó consolidar el desempeño de Chad, pero su presidencia estuvo acompañada por la represión.
El actual mandatario chadiano, Mahamat Idriss Déby, hijo de Idriss Déby Itno, quien derrocó a Habré en 1990, presentó sus condolencias a su familia del fallecido y al pueblo, y en un mensaje en la red social Twitter afirmó: ‘A Dios pertenecemos y a Él regresamos.
Por su parte, el gobierno chadiano indicó que no realizará ‘ningún homenaje oficial’ en su honor, debido a las condenas impuestas y por respeto a sus víctimas.
Habré sucumbió contagiado por la Covid-19 en un hospital de Dakar, tras su traslado de la cárcel en el centro de la capital senegalesa a una clínica privada por deseo de la familia y cuando su estado se deterioró le ingresaron en el hospital.
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