Esas estructuras en 3D similares al cerebro cultivadas a partir de células madre humanas desarrolladas por especialistas de la Universidad de California en Los Ángeles con muestras de pacientes diagnosticados con el síndrome de Rett, mostraron patrones de actividad eléctrica semejantes a convulsiones, propias de esa enfermedad.
La posibilidad de utilizar células madre pluripotentes inducidas (iPS) constituye un avance para la genética porque, además de tener la potencialidad de generar prácticamente cualquier otra unidad anatómica humana, pueden organizarse de forma tridimensional y conformar estructuras semejantes a los órganos reales.
Los investigadores, precisó la publicación, descubrieron cómo tomar células de la piel o sanguíneas para ‘transformarlas’ genéticamente en el laboratorio en iPS y, posteriormente, dirigirlas para crear cualquier tipo de unidad similar presente en el cuerpo y desarrollar estructuras complejas similares a órganos.
El estudio reveló la posibilidad de crear organoides cerebrales semejantes al tejido real de ese órgano, útiles para replicar con precisión ciertas características de las funciones y también aquellas anomalías que derivan en enfermedades.
Los expertos lograron la conexión entre sí de las neuronas, así como replicar la actividad eléctrica y la dinámica de las ondas cerebrales asociadas con tareas específicas como aprender, recordar o dormir y, en el caso de no mostrar patrones lógicos, pueden indicar el surgimiento de alguna patología.
Con estos organoides será posible modelar no solo la estructura del cerebro sino también la función, algo vital si consideramos que muchas enfermedades neurológicas no se manifiestan a nivel estructural, destacó la investigación como su mayor aporte.
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