El presidente del STF, Luiz Fux, aplazó para este jueves la reanudación del juicio sobre el llamado marco temporal, defendido por los sectores del agronegocio, políticos y económicos interesados en la explotación de los terrenos nativos.
Los ministros de la corte no tuvieron tiempo para empezar a examinar el caso, argumentó Fux.
Desde la víspera se está a la espera a que el Supremo analice una demanda de recuperación de tierras presentada por el gobierno del sureño estado de Santa Catarina contra el pueblo Xokleng, expulsado de sus áreas de caza tradicionales hace más de un siglo para dejar espacio a colonos europeos.
La petición se refiere a los terrenos aborígenes Ibirama-Laklãno, donde viven los pueblos Guaraní y Kaingang.
Desde 2017, el Estado invoca la tesis del marco temporal para reclamar el territorio.
Según esta interpretación política jurídica, la posesión de la tierra solo se garantiza a quienes puedan demostrar que estaban en la zona en la fecha de promulgación de la Constitución Federal, el 5 de octubre de 1988. En la práctica, esto limita el reconocimiento.
En 2019, el STF dio el estatus de ‘repercusión general’ al proceso, lo cual significa que la decisión tomada en el caso servirá de pauta para la dirección federal y todas las instancias de la justicia con respecto a los procedimientos de demarcación.
Un fracaso en el tribunal implicaría un retroceso para los derechos de las comunidades originarias.
El presidente Jair Bolsonaro defiende ese marco temporal, al alegar que pocos aborígenes viven en mucha tierra, lo cual bloquea la expansión agrícola.
La determinación de la corte superior, que podría necesitar más de una audiencia, sentará un precedente legal en momento en que el exmilitar presidente y el agronegocio impulsan cambios legislativos sobre las áreas protegidas. Con carteles que rezan Marco Temporal NO, miles de nativos abarrotaron ayer la Explanada de los Ministerios hasta la sede del STF, donde permanecen en vigilia por el juicio desde el 22 de agosto.
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