Henry lamentó que el sismo impidió al exparlamentario, ‘uno de los dignos hijos del país, ver a Haití tomar el camino del cambio’.
‘Si hubiera sobrevivido al devastador terremoto del 14 de agosto, habría estado a nuestro lado, al lado de las víctimas del Sur profundo’, aseguró Henry en un mensaje en las redes sociales en el cual renovó las condolencias a las familias desconsoladas.
El terremoto tuvo su epicentro a 12 kilómetros de la comuna de Saint Louis du Sud, con una profundidad de 10 kilómetros, y causó heridas a más de 12 mil personas.
Según el balance de Protección Civil, unas 130 mil viviendas se destruyeron o dañaron, junto a más de 200 escuelas, 300 iglesias y lugares de culto, además de 25 centros de salud.
En el momento del terremoto, Fortuné se encontraba en el hotel Le Manguier, en la ciudad de Les Cayes (sur), cuando la estructura se derrumbó completamente.
Su cuerpo fue hallado en los escombros con otras víctimas, entre las cuales figuraba el consultor guineano de las organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud, Ousmane Touré.
Fortuné fue también alcalde de Les Cayes, delegado departamental de la misma urbe, y consejero del Palacio Nacional, además de un aliado del presidente asesinado, Jovenel Moïse.
En la última semana las familias comenzaron a enterrar a sus seres queridos que no sobrevivieron al sismo de magnitud 7,2 en la escala de Richter. Con funerarias abarrotadas la situación es particularmente compleja en Les Cayes, la ciudad más dañada por el temblor.
Los costos de los funerales, cercano a los 500 dólares, pone en aprietos a las más de 130 mil familias damnificadas por el movimiento telúrico, muchas de las cuales perdieron todas sus posesiones y medios de subsistencia.
El terremoto del 14 de agosto afianzó la pobreza en un país donde más del 60 por ciento de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, y cuatro de los 11 millones de habitantes padece inseguridad alimentaria.
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