Aceituno y su entrenador, Jorge López, arribaron este lunes al aeropuerto internacional san Oscar Arnulfo Romero tras su histórica medalla de bronce en la división de 59 kilogramos de los Paralímpicos celebrados en Japón.
‘Me siento emocionado, sin palabras y muy agradecido’, declaró Aceituno, quien cumplió su sueño de dedicarle una medalla a su padre, Gilberto, quien falleció en 2020 víctima de la Covid-19.
El atleta, campeón parapanamericano en Lima-2019, fue recibido por su madre y dirigentes del Instituto de Deportes de El Salvador (INDES), entidad que la garantizó las condiciones para entrenarse durante la pandemia.
‘Han sido cuatro años muy duros los que hemos pasado, pero eso no nos ha detenido para seguir adelante haga y conseguir este resultado’, agregó Aveituno, para quien la discapacidad es más mental que física.
López valoró el resultado conseguido por su pupilo, quien aseguró su podio con un levantamiento de 184 kilogramos, su mejor marca personal.
‘Este no es un resultado producto de la suerte, sino que de trabajo y dedicación, ya que iniciamos este proceso en cuando regresamos de Río-2016, donde nos fue mal y terminamos descalificados’, reflexionó el técnico.
El entrenador destacó además el apoyo del INDES, del Comité Paralímpico de El Salvador (Copesa), a los preparadores físicos y al nutricionista que aportaron a este hito en la historia deportiva del país.
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