Con el objetivo de mejorar el rendimiento de los motores, desde 1922 se empezó a adicionar tetraetilo de plomo a la gasolina, lo cual provocó que el peligroso metal contaminara el aire, el suelo, el polvo, el agua potable y los cultivos, señaló la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en su sitio web.
Además, causó enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, cáncer y la reducción del coeficiente intelectual, por lo que en 2002 la ONU inició una campaña para erradicar el empleo del plomo en el hidrocarburante.
Según estudios especializados, esta prohibición evitará más de 1,2 millones de muertes prematuras al año, aumentará el coeficiente intelectual de los niños, reducirá las tasas de delincuencia e implicará ahorros de hasta 2,45 billones para la economía mundial.
‘Después de un siglo de muertes y enfermedades que afectaron a cientos de millones de personas y degradaron el medio ambiente mundial, estamos determinados a enderezar la trayectoria de la humanidad con una transición acelerada hacia la movilidad eléctrica y el uso de vehículos limpios’, dijo Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Los expertos enfatizaron que si bien el mundo eliminó la mayor fuente de contaminación por plomo, aún se necesitan acciones urgentes para detener la proveniente de otras fuentes, como las pinturas, las baterías y los artículos domésticos que contienen este tóxico.
En su mensaje por la consecución de este hito multilateral, el secretario general de la ONU, António Guterres, lo definió como ‘la culminación de un esfuerzo global conjunto’ y señaló que deshacerse de la gasolina con plomo sirve para librarse de ‘una gran amenaza para la salud humana y planetaria’.
Recordó que al inicio de la campaña había 86 países usando esta combinación tóxica y que hoy ya no queda ninguno ‘gracias a la cooperación de los gobiernos de las naciones en desarrollo, miles de empresas y millones de ciudadanos de a pie’.
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