Estaba muy nerviosa antes de la competición, pero después de terminar la carrera, estoy muy satisfecha, afirmó la velocista, de 29 años e invicta desde el 2011, tras conseguir la victoria.
Durand ganó la carrera con tiempo de 52.58 segundos, aunque no pudo romper su propio récord mundial implantado en Río de Janeiro en septiembre de 2016 y mañana tendrá la oportunidad de volver a la pista en la clasificatoria y la semifinal de los 100 metros.
Es muy normal (sentirse nerviosa) cada vez que se compite. Siempre estoy pensando en cómo ganar, y en mantener un sentimiento positivo, reconoció.
La antillana le regaló a la mayor de las Antillas su segunda medalla de oro de la lid japonesa, tras el triunfo este martes del saltador de largo Robiel Yankiel Sol en la clase T46, para los atletas que tienen un movimiento limitado de un brazo de un grado bajo a un grado moderado o la ausencia de extremidades.
Según la gacela caribeña, ella y su guía Yuniol Kindelán no tuvieron el tiempo necesario de descanso entre la carrera semifinal y la final, pero confiaban en la planificación realizada por su entrenadora Miriam Ferrer para triunfar una vez más.
Durand arrancó la final desde la punta y con su gran fuerza no le dio ninguna opción a sus rivales, encabezada por la ucraniana Oksana Boturchuk, plata con registro de 55.33, y la venezolana Alejandra Paola Pérez, bronce (57.06).
La antillana se convirtió en la deportista de su país con más cantidad de coronas en las Paralimpiadas al superar a la también velocista Yunidis Castillo.
De acuerdo con su criterio, esa hazaña la obliga a un mayor compromiso en el deporte para realizar buenas carreras y conseguir más triunfos en aras de poner el nombre de Cuba muy alto.
La estelar corredora dedicó de manera especial la presea a su entrenador Manuel López, falleció la semana pasada y reiteró su agradecimiento al pueblo cubano y al gobierno de la isla, por el apoyo recibido para poder concretar sus sueños.
Además recordó el trabajo diario y esfuerzo de Ferrer para enfrentar todos los problemas cotidianos y poder encaminarla a más éxitos en la arena internacional.
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