En una declaración aparentemente contradictoria con su decisión de poner fin a la guerra, el mandatario afirmó que Washington seguirá luchando contra el terrorismo en esa nación y otros países.
‘Aún no hemos terminado con ustedes’, aseveró el gobernante al referirse específicamente al EI-Khorasan, una rama del movimiento extremista presente en el territorio afgano contra la que prometió una estrategia ‘dura, implacable, dirigida y precisa’.
Ese grupo se adjudicó las explosiones ocurridas el pasado jueves en las inmediaciones del aeropuerto de Kabul, la capital afgana, que cobraron la vida de unas 200 personas, entre ellas los 13 soldados estadounidenses.
En respuesta, el Pentágono lanzó dos ataques contra el grupo extremista, uno de ellos mató a 10 civiles este domingo, incluidos niños menores de cinco años.
En una comparecencia este martes desde la Casa Blanca para justificar su determinación de retirar las tropas de esa nación de Asia Central, Biden subrayó que su misión es perseguir a los terroristas donde están hoy y no donde estaban hace dos décadas.
La partida de los estadounidenses del territorio afgano concluyó la víspera, cuando los últimos aviones militares de la US Air Force despegaron de Kabul.
La fecha límite del 31 de agosto se impuso para salvar vidas, expresó Biden, quien enfrenta una ola de críticas y un descenso de su aprobación debido a su manejo al proceso de retirada de Afganistán, considerado por muchos caótico y apresurado.
Washington salió a la guerra de Afganistán tras 20 años de ocupación militar del país centroasiático, donde dejó en el poder a los mismos que fue a derrocar en nombre de la cruzada contra el terrorismo impulsada después de los atentados ocurridos el 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
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