Después del tercer lugar del colombiano José Gregorio Lemos en el salto de longitud, clase T38, sus compatriotas Mauricio Valencia y Diego Meneses, amigos inseparables desde hace muchos años, conquistaron las preseas de plateada y la bronceada, por ese orden, en la jabalina F34.
Lemos brincó hasta los 6,78 metros, récord panamericano, para alcanzar su segundo metal en la justa japonesa, tras el oro de la jabalina de una categoría para atletas con un movimiento y coordinación ligeramente limitados de la parte inferior del torso y de las piernas, y de un lado o de todo el cuerpo.
El título correspondió al chino Dening Zhu, con un registro de 7,13 metros y el subcampeonato a Huanghao Zhong (6,64), también de esa nación asiática.
Por Latinoamérica, el colombiano Juan Sebastián Gómez ocupó la séptima plaza con una marca de 6,27 metros para recibir un diploma paralímpico.
En otra prueba, Valencia terminó segundo en la jabalina de una categoría para atletas de campo que tienen un movimiento ligeramente limitado del torso y de los brazos y bien pobre de las piernas, con una marca de 37,84 metros, y Meneses, tercero (37,11, mejor registro personal).
La corona correspondió al iraní Saeid Afrooz con un récord mundial de 40,05 metros para batir el primado de 38,23 de Valencia logrado el 8 de abril de 2018 en la ciudad colombiana de Santiago de Cali.
Con los tres lauros de este miércoles, Colombia ya tiene 18 medallas en la lid nipona y 41 en toda su historia paralímpica.
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