Paulino consiguió el único título del día para la región con su triunfo en la clase F57 al lanzar la bola hasta los 15,10 metros, récord paralímpico, la primera corona del sudamericano y plusmarquista universal en la lid japonesa.
Además, quebró el primado de 14,42 del chino Wu Guoshan, conseguido en la cita precendente de Río de Janeiro 2016, en una categoría para los atletas de campo que tienen el movimiento ligeramente limitado de una pierna, moderado de ambos pies, o la ausencia de extremidades.
Este viernes escoltaron al monarca, Wu, con un registro de 15,00 metros, cota para Asia; y el brasileño Marco Aurelio Borges (14,85, mejor marca personal).
Brasil agregó una medalla más para la delegación nacional en la jornada diurna del deporte rey, con la tercera posición del discóbolo Joao Victor Teixeira, en la clase F37, con 51,86 metros.
La corona de una prueba para los atletas de campo que tienen la coordinación y el movimiento moderadamente limitados en un lado del cuerpo correspondió al paquistaní Haider Ali, con registro de 55,26, mejor marca personal, y el subcampeonato, al ucraniano Mykola Zhabnyak (52,43).
México consiguió dos medallas de bronce hoy con Rebeca Valenzuela y Leonardo de Jesús Pérez.
La balista Valenzuela (F12) conquistó la presea con marca de 13,72 metros, superada por la uzbeca Safiya Burkhanova (F12), ganadora del oro (14,78), y la italiana Assunta Legnante (F11), quien logró la plata.
En la categoría compiten los atletas de las clases F11 y F12, con una discapacidad visual bien limitada y casi total.
Ya en la pista del estadio Olímpico, el velocista Pérez llegó hasta los 17.44 metros de los 100 metros (T52) para concluir tercero, solo aventajado por el estadounidense Raymond Martin, monarca, con tiempo de 16.99, y el japonés Yuki Oya, subtitular (17.18).
En esta modalidad participan los competidores que practican en silla de ruedas con un movimiento muy limitado del torso y de las piernas, y de los brazos y de los hombros a un nivel bajo.
La representación de Ecuador conquistó su tercer metal de la cita japonesa, con la bronceada de Kiara Rodríguez en el salto largo, clase T45, para los atletas que tienen un movimiento limitado de un brazo de un grado bajo a moderado o la ausencia de extremidades, con estirada de 5.63 metros, primado panamericano.
Por delante de la sudamericana concluyeron la neozelandesa Anna Grimaldi (T47), campeona, con cota paralímpica de 5,76 metros; y la representante del Comité Paralímpico de Rusia Aleksandra Moguchaia (T46), subtitular (5,67).
Grimaldi quebró la marca de 5,71 de la belarusa Iryna Leantsiuk impuesta en la Paralimpiada de Atenas 2004.
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