Ambos mandatarios hablaron en la ceremonia central por el 200 aniversario del Plan de Iguala y el Día de la Bandera, celebrada en esa localidad homónima del estado de Guerrero, en la cual López Obrador recibió honores como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas y presidió el izamiento de la enseña nacional.
En su discurso inicial, Fernández pidió respetar la diversidad en el continente y dijo que ojalá en Iguala nazca un nuevo plan para la América toda.
El Plan de Iguala estableció las bases para la consumación de la independencia de México, unió a las Fuerzas Realistas e Insurgentes, al formar entre ambas, el Ejército Trigarante o de las Tres Garantías, la Religión, la Unión y la Independencia.
Fernández agradeció el cariño y afecto de México y destacó la importancia de recordar la historia y las dificultades enfrentadas como latinoamericanos para lograr la independencia, y aseguró que el Plan de Iguala y los colores de la bandera de México, representan ‘la unidad, la igualdad y la religión’.
Por su parte, el mandatario anfitrión abogó también por la unidad de América Latina y el Caribe, destaco las luchas que se proclamaron tras el Plan de Iguala y mencionó los sacrificios de los próceres para enfrentar la reacción de los hombres del poder y de grupos de intereses creados.
Después de rememorar pasajes de la historia que condujeron a la independencia de México del colonialismo español, López Obrador habló de la actualidad nacional y dijo que sería un crimen no recordar en este momento la atrocidad cometida en Iguala con 43 normalistas desaparecidos, una espina clavada en el alma de la nación, y refrendó su compromiso de saldar esa cuenta.
Se trata de la última actividad del programa oficial de Fernández, quien inició su visita de casi tres días el lunes pasado y cumplió una agenda intensa con reuniones con altos funcionarios del gobierno mexicano y empresarios nacionales e incluso argentinos que tienen negocios en este país.
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