Desde que la Corte Suprema se negó a bloquear la norma, una petición realizada por cientos de activistas del estado, defensores de derechos humanos de Texas y otras ciudades tomaron las calles coreando ‘No más prohibiciones sobre nuestros cuerpos’ (Bans off our bodies).
La medida prohíbe el aborto una vez que se detecta actividad cardíaca en una ecografía, algo que suele ocurrir tan pronto como las primeras seis semanas de gestación, momento en que la mujer comienza a percibir que está embarazada.
La ley del ‘latido del corazón’ se aprobó en otros estados como Georgia, Misisipi, Kentucky y Ohio.
Esto ocurrió en un momento en el que los activistas por los derechos de la mujer veían con esperanzas el curso de su lucha gracias a una importante norma avalada en Conneticut recientemente.
La Asamblea General de ese estado aprobó la ley 5088 para recompensar a Patricia D’Allessio, alias Pidgie, quien ayudó a las autoridades a sacar a un depredador sexual y asesino de las calles de Hartford en la década de 1950.
D’Allessio tenía 11 años cuando Robert Malm la violó. Días después de ese ataque, el hombre asesinó a su amiga, Irene Fiederowicz, quien también era una niña de 11 años.
Pidgie, nombre falso que recibió en el libro Girls of Tender Age (Niñas de tierna edad), de la escritora Mary-Ann Tirone Smith, ofreció información que se utilizó para detener y condenar a Malm.
Tirone Smith relató en su libro cómo la niña no solo reconoció a su atacante en una alineación a través de un cristal. Los guardias la entraron a la sala donde estaba el depredador porque querían que ella identificara su voz.
Más de siete décadas después, ella recibirá los tres mil dólares que prometieron los agentes en ese entonces a forma de recompensa por la captura del asesino y que nunca le dieron. Hasta hoy, Pidgie se sintió humillada y revictimizada.
Quienes conocen el caso recuerdan la lucha del abogado del Representante Edwin Vargas por pasar este proyecto: proponer la ley, convocar una audiencia pública, lograr testimonios y tener los votos de la cámara y el Senado.
Mientras gobiernos locales como el de Conneticut giran la justicia a favor de las mujeres, otros se enfrascan en tomar decisiones que violan sus derechos constitucionales.
La ley de Texas, la más restrictiva del país asociada al aborto, creará obstáculos casi insuperables para ciertas poblaciones vulnerables, como las adolescentes, que a menudo no se dan cuenta de que están embarazadas hasta una etapa avanzada, resaltó The New York Times.
También afectará a la población de bajos ingresos, los inmigrantes sin estatus legal, y las mujeres negras, que son las que más se practican abortos en ese estado, según datos oficiales.
Aún queda mucho por hacer en términos de derechos de las mujeres en Estados Unidos. Llevo 50 años luchando por una misma causa, y sé que las noticias alentadoras suelen venir acompañadas por otras muy decepcionantes. La lucha continúa, tuiteo la activista Ronee King.
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