Estos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reflejan la alarmante situación epidemiológica por la que atraviesa la comunidad internacional desde la aparición a finales de 2019 de las primeras personas contagiadas con el virus SARS-CoV-2, causante de esta pandemia.
Desde entonces, la enfermedad se ha propagado y la aparición de nuevas variantes del virus, cada vez más transmisibles y letales, dificultan su control.
Las Américas y Europa continúan como las regiones más afectadas, y entre los países con mayores cifras de casos confirmados se encuentran Estados Unidos, India, Brasil, Rusia y Reino Unido.
A su vez, en Estados Unidos, Brasil, India, México y Perú se reportan la mayor cantidad de fallecidos.
Ante este complejo panorama, la comunidad científica aceleró la búsqueda de fármacos para hacer frente a este coronavirus y en tiempo record se obtuvieron propuestas vacunales que ayudan a fortalecer la inmunidad, evitan en cierta medida llegar a estadios graves de la enfermedad, incluso la muerte.
Sin embargo, la mayoría de las dosis se concentran en países ricos y los más desfavorecidos quedan, una vez más, en situación de vulnerabilidad.
Hasta este 6 de septiembre se han administrado a nivel global un total de cinco mil 352 millones 927 mil 296 dosis antiCovid-19, según datos de las OMS.
Pero en las Américas, por ejemplo, el 75 por ciento de los habitantes de esta región aún no están totalmente inmunizados.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala que más de un tercio de los países no han vacunado al 20 por ciento de su población, y en algunos lugares, la cobertura es mucho menor.
Lamentan que la producción limitada y la distribución desigual de las vacunas comprometen la respuesta a la pandemia en este territorio y ponen en muy alto riesgo la salud pública.
En varias ocasiones, este organismo sanitario ha lanzado campañas de donaciones que buscan contar con el apoyo de naciones desarrolladas, pero no es suficiente, por lo cual en los últimos días ha reiterado la necesidad de mejorar la capacidad regional de producción de vacunas y acabar con la dependencia a importar esos productos.
En este contexto, especialistas en salud insisten en la necesidad de cumplir con las medidas higiénico-sanitarias y de protección orientadas, como única vía efectiva hasta el momento para controlar la pandemia.
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