Uno de los puntos de la cita, que copresidieron el viceprimer ministro vietnamita Pham Binh Minh y el canciller chino, Wang Yi, fue dar pasos para equilibrar la balanza comercial, ampliamente favorable al gigante asiático, y agilizar las actividades de exportación-importación en las puertas fronterizas.
Las partes evaluaron, además, las posibilidades de acelerar varios proyectos de cooperación económica, retardados por la pandemia de Covid-19.
También revisaron, con proyección al futuro, los mecanismos de cooperación en seguridad y defensa, en particular en el Mar de China Meridional o del Este, de conformidad con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y el derecho internacional.
Al respecto, convinieron abstenerse de acciones que puedan complicar la situación y trabajar por la paz y la estabilidad en esa zona marítima y en el sudeste asiático en general.
Igualmente, mejorar la gestión de las fronteras terrestres comunes sobre la base del estricto cumplimiento de acuerdos anteriores.
Las delegaciones concertaron, asimismo, intercambiar experiencias sobre el control de la Covid-19, en tanto Wang Yi anunció que este año China donará a Vietnam otros tres millones de dosis de vacunas contra la enfermedad.
El estrechamiento de los contactos entre los Partidos Comunistas de las dos naciones y el aumento de las visitas mutuas de alto nivel y de los intercambios entre ambas Cancillerías, fueron otros de los compromisos.
Al término de la reunión las partes firmaron sendos acuerdos de cooperación entre los dos gobiernos sobre asistencia no reembolsable, y acerca de un proyecto de investigación en los deltas de los ríos Rojo (en Vietnam) y Yangtsé (en China).
La visita de Wang Yi, que se extenderá hasta el domingo, sigue a la realizada hace dos semanas aquí por la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris.
Tanto cuando estuvo en Hanoi como en Singapur, su otra parada de una gira por el sudeste asiático, la vicemandataria estadounidense intentó indisponer a ambos países contra China, alegando que sus acciones en el Mar del Este eran coactivas e intimidatorias.
Pero hasta donde fue público, ni en la isla-estado ni en Vietnam, Harris logró comprometer a los gobiernos en una alianza o en acciones concretas contra China.
Antes y después de su estancia aquí, altos funcionarios vietnamitas aseguraron que la nación indochina no forjaría alianza alguna contra Beijing y, por el contrario, deseaba aumentar la confianza política y desarrollar la cooperación y las relaciones con el gigante asiático.
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