Según anunció la Casa Blanca, el presidente Joe Biden irá primero a Nueva York, donde cayeron las Torres Gemelas del World Trade Center, luego se dirigirá a Shanksville, Pensilvania, sitio en el cual se estrelló un avión, y finalmente estará en Arlington, Virginia, donde fue atacado el Pentágono.
Con su presencia, el gobernante honrará y recordará las vidas perdidas hace 20 años, apuntó la nota oficial.
El viernes pasado, el gobernante ordenó al Departamento de Justicia y a otras agencias federales revisar y divulgar documentos relacionados con los atentados y pidió al fiscal general, Merrick Garland, publicar nuevos datos de lo ocurrido en los próximos seis meses.
El político demócrata promocionó esa decisión como el cumplimiento de una promesa de campaña, que llegó luego del pedido de las familias de las víctimas de desclasificar información relacionada con los sucesos o abstenerse de participar en los actos conmemorativos.
A raíz de los sucesos de hace dos décadas, el Congreso y la Casa Blanca respondieron con una expansión sin precedentes de los poderes militares, policiales y de inteligencia destinados a erradicar y detener a los terroristas, en el país y en el extranjero.
Biden quiso marcar este vigésimo aniversario con el retiro de las tropas estadounidenses de Afganistán, donde fueron desplegadas porque supuestamente allí el movimiento Talibán daba refugio al grupo terrorista Al Qaeda, responsable de los ataques.
Durante las dos décadas del conflicto bélico las fuerzas de Washington y sus aliados de la OTAN no lograron derrotar a los talibanes, ni establecer una democracia a su conveniencia, por el contrario, avivaron la propagación de grupos extremistas islamistas, consideran analistas.
El fin de la guerra más larga de Estados Unidos, a diferencia de lo que el mandatario esperaba, resultó un fracaso reflejado ahora en las encuestas de popularidad.
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