Gracias al sacrificio de la población, estamos viendo ahora que las cifras bajan de forma consistente y que se redujo la amenaza de que el Servicio Nacional de Salud quede abrumado en un periodo de 21 días, explicaron los jefes médicos de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte en un comunicado conjunto.
El Reino Unido se encontraba desde enero pasado en la última de las cinco fases de la escala de alerta, debido al peligro latente de que los servicios de salud colapsaran ante la cantidad de casos positivos a la enfermedad que se registraron desde finales del año pasado.
La escala cuatro considera, en cambio, que la tasa de transmisión del virus es alta o está aumentando de manera exponencial, por lo que las autoridades advirtieron que ‘no hay que hacerse ilusiones’.
La tasa de propagación, la presión sobre los hospitales y las muertes todavía son muy altas, recalcaron los jefes médicos, quienes exhortaron a la población a acudir a los centros de vacunación cuando sean llamados.
Hasta este jueves, según reportó el ministerio de Salud, cerca de 18,7 millones de personas ya recibieron al menos una dosis de las vacunas de Pfizer/BionTech o AstraZeneca/Oxford, como parte de la campaña de inmunización iniciada en diciembre pasado.
La meta del gobierno es que para el 31 de julio próximo toda la población adulta del país haya tenido la posibilidad de vacunarse contra la Covid-19, que dejó este jueves otros 323 muertos y nueve mil 985 nuevos contagiados, según el reporte del ministerio de Salud.
En total, el Reino Unido acumula 122 mil 70 fallecidos y cuatro millones 154 mil 562 casos positivos a la enfermedad, cifras que lo convierten en el quinto país del mundo más afectado por la pandemia después de Estados Unidos, Brasil, México e India.
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