La idea es comenzar con un universo de un millón de adolescentes en ese rango de edad que tengan factores de riesgo para presentar cuadros graves y/o morir por Covid-19, por lo que recibirán la vacuna contra el coronavirus.
Es indudable el beneficio que tendrá ese sector y es posible hacerlo porque una de las marcas comerciales ya tiene la autorización para su uso de emergencia en este grupo de edad, afirmó López-Gatell, en entrevista con La Jornada.
El Plan Nacional de Vacunación prevé la administración de los biológicos para este sector y para todas las personas mayores de un año de edad.
Las dosis ya están compradas, pero se aplicarán cuando exista la evidencia y el consenso científico, sin presión comercial, sobre la seguridad y conveniencia desde la perspectiva de la salud pública de hacerlo, sostuvo.
Dijo que los niños a vacunar tinen cáncer (leucemia, linfoma, tumores sólidos), insuficiencia renal o hepática, VIH/Sida, trasplantados con diversos órganos, enfermedades congénitas y otras que disminuyen el sistema inmunológico.
Adelantó que se va a reformular el plan nacional con el razonamiento técnico sobre la necesidad del uso de vacunas en menores con comorbilidades bien definidas porque aumentan el riesgo de complicaciones graves.
Dijo que el gobierno de México compró vacunas para todas las personas de un año de edad en adelante y se aplicarán con base en el consenso científico internacional.
El temor mayor, admitió, es que en siguientes olas circule una variante genética del coronavirus más agresiva o que logre evadir la inmunidad inducida por la vacuna.
Tal vez tendríamos que cambiar la táctica –no la estrategia nacional– como cuando pasamos de la jornada de sana distancia al semáforo de riesgo.
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