Este 15 de septiembre, pero de 2021, autoridades ancestrales amanecieron en la capitalina Plaza de la Constitución, donde un plantón de colectivos civiles y estudiantiles les acompañaron en un histórico acto de reivindicación de sus derechos ante el permanente racismo, violencia y saqueo al que han estado sometidos.
Allí, elevaron al cielo el rojo, que representa al pueblo maya; el negro, al garífuna; el blanco, al mestizo, y el amarillo, al pueblo xinca.
‘El estado guatemalteco se construyó a base de racismo, violencia y saqueo de los pueblos y este 2021 no hay nada que celebrar’, una consigna que junto a No al Bicentenario dio sentido a la jornada de protesta de este miércoles como continuidad de las demandas de finales de julio con el pedido de renuncia de Alejandro Giammattei.
Las expresiones de descontento contra los festejos oficiales, suspendidos presencialmente por la pandemia de la Covid-19, pero no sus gastos, comenzaron la víspera por parte de bancadas opositoras en el Congreso, donde Giammattei hizo un llamado a pasar página a la polémica que despierta la efeméride y mirar al futuro en unidad y paz.
También hasta las afueras de Casa Presidencial y el Legislativo llegaron pueblos originarios y campesinos para declarar públicamente que ‘Estamos de luto’, en referencia a los 12 mil 859 fallecidos a causa de la pandemia de la Covid-19 y su mal manejo sin vacunas y hospitales colapsados.
Y cuando desde el engalanado Palacio Nacional de la Cultura dio inicio el acto oficial del Gobierno por los 200 años de Libertad patria, la víspera, una inusual ausencia de luz en la Plaza no impidió continuar las protestas con el auxilio de velas y linternas de celulares.
Los convocados denunciaron como el primer pacto de corruptos la firma de una independencia para la élite criolla, aquel 15 de septiembre de 1821, o lo que es igual a ‘200 años de robo y despojo’, como se leía en varias de las mantas colocadas en el icónico lugar de lucha para los guatemaltecos, que resistieron todo el día de hoy a pesar de la lluvia.
Una ceremonia maya por abuelas y autoridades del pueblo Poqomam’ dio energías para la jornada, que continuó desde los territorios en respuesta al llamado del Comité de Desarrollo Campesino (Codeca) a salir a las calles en nueva muestra de descontento social y reclamo de una transformación hacia el Estado Plurinacional.
Caminatas hasta parques y gobernaciones con gran presencia de la mujer y de los jóvenes cerraron este Bicentenario, considerado ‘200 años de persecución, empobrecimiento, robo, despojo y asesinato, Nada que celebrar’.
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