La noticia del fallecimiento la confirmó su familia en una publicación en la red social de Facebook del autor, donde agradecen las muestras de solidaridad, apoyo y cariño hacia Morales, tras su ingreso la semana pasada debido a complicaciones por la Covid-19.
En la esquela publicada aparece una frase tomada de un texto de agosto de este año titulado El miedo y la loca de la casa, en el cual el escritor aborda los efectos emocionales provocados por la pandemia.
‘Ante esto necesitamos blandir nuestra propia fortaleza espiritual y moral para que la lucidez prive sobre la locura y hagamos lo único posible de hacer: cuidarnos mucho y pasarla bien’, se lee en el texto de la dedicatoria.
El deceso de Morales, quien deja una gran obra literaria, política y filosófica, provocó de inmediato la reacción del gremio y de simples lectores.
En opinión del también Premio Nacional de Literatura, Francisco Morales Santos, Morales es ‘uno de los grandes narradores guatemaltecos y un revolucionario íntegro’.
Por su parte, la bancada del Movimiento para la Liberación de los Pueblos lamentó el fallecimiento de quien permaneció ‘a lo largo de su vida, en el lado de las causas de los pueblos’.
‘Mario Roberto defendió el derecho a la alegría, intentó unir generaciones, comprender y compartir por qué el mundo es cómo es y sobre todo por qué somos como somos’, escribió la antropóloga Marcela Gereda.
En tanto otros calificativos apuntaron a ‘uno de los últimos intelectuales a manera de sabio renacentista’ o ‘ha muerto un auténtico intelectual en un país que no los tiene’.
Morales nació en la ciudad de Guatemala el 5 de septiembre de 1947, se graduó de licenciatura en Letras y Filosofía de la Universidad Rafael Landívar en 1966 y desde joven se vinculó a las luchas estudiantiles de la Universidad de San Carlos de Guatemala, en donde ejerció como profesor de la Escuela de Ciencias Políticas.
En 2007, ingresó como miembro de número a la Academia Guatemalteca de la Lengua, y en 2017 recibió el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de San Carlos de Guatemala por su trayectoria intelectual, literaria y académica.
Otros galardones fueron el Premio Centroamericano y del Caribe de Novela en 1971; el Premio Único Centroamericano de Novela de la Dirección General de Cultura y Bellas Artes de Guatemala en 1977; y el Premio Latinoamericano de Novela EDUCA en Costa Rica, en 1986.
Entre sus publicaciones destacan La debacle, El libro de las relaciones olvidadas, Los demonios salvajes, El esplendor de la pirámide, Señores bajo los árboles, La ideología y la lírica de la lucha armada y Jinetes en el Cielo, entre otros.
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