Tal y como estaba previsto, el dispositivo llegó a una zona denominada Dongfeng a las 13:34, hora local, y las primeras informaciones indican que los tripulantes están en buenas condiciones de salud.
Especialistas en labores de búsqueda y rescate se desplazaron hacia el área de aterrizaje y trabajan en la apertura de la nave para sacar a los astronautas de manera segura.
Autoridades del sector consideraron un completo éxito la misión Shenzhou-12, porque esos hombres cumplieron cada tarea programada durante los 90 días dentro del módulo central de la estación espacial que construye China y además no hubo contratiempo en el retorno a la Tierra.
Antes de emprender ayer el regreso, ellos transmitieron los datos acumulados y se aseguraron de dejar en orden todos los equipos y sistemas del vehículo espacial donde estuvieron desde el 17 de junio pasado.
La Shenzhou-12 es la séptima misión tripulada en la historia del Estado asiático y sus integrantes son oficiales de mando e ingenieros.
Entre sus tareas hicieron dos caminatas fuera del vehículo y se dedicaron a la reparación, mantenimiento y ensamblaje de la estación espacial, prevista a entrar en total funcionamiento hacia 2023.
China los envió luego que en mayo la nave de carga Tianzhou-2 se acopló con el módulo central de la Tianhe para entregar suministros, equipos y combustible.
El Gobierno prevé en total la salida de 10 misiones tripuladas para adiestrarse en el ensamblaje y construcción en órbita de naves complejas y grandes, así como en la realización de vuelos de larga duración cerca de la Tierra y de experimentos a gran escala.
La estación del gigante asiático operará en la órbita terrestre baja a una altitud de entre 340 y 450 kilómetros, mientras su vida útil está diseñada para 10 años.
Sin embargo, los expertos creen que podrá durar más de 15 años con mantenimiento y reparaciones adecuadas.
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