Estas acciones económicas punitivas y unilaterales violan las normas del derecho internacional y los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas, en particular el respeto a la soberanía de los Estados y la no injerencia en sus asuntos internos, dijo el embajador sirio en el cuadragésimo octavo período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos.
Alaa insistió en que la llamada Ley César aplicada por la administración estadounidense contra Siria tiene efectos transfronterizos y constituye un ejemplo de arbitrariedad y abuso del poder económico y financiero.
Esa legislación carece de base legal o moral, y representa un terrorismo económico por el cual Estados Unidos debe rendir cuentas ya que afecta masivamente a la población de países enteros y viola sus derechos básicos, incluido el derecho a la vida, la salud, la alimentación y al fomento, dijo el diplomático.
Explicó que desde 2018, el endurecimiento del bloqueo económico afectó a sectores vitales como la banca, la energía, las telecomunicaciones y el transporte, lo cual privó a los sirios de necesidades básicas, incluidos los medicamentos, la atención de salud y los alimentos.
Según aclaró, Estados Unidos y Europa mienten cuando hablan de ‘excepciones y exenciones’ que facilitan la importación de bienes y materiales destinados a fines médicos y sanitarios, y pretenden con eso justificar sus inhumanas medidas y darles un falso tinte humanitario.
Exigió poner fin a estas sanciones impuestas a Siria o a otros países, ya que obstaculizan el trabajo de las agencias humanitarias y perjudican la reconstrucción y el regreso de los refugiados a sus hogares, y además afectan negativamente los derechos humanos de la población en los países sometidos a estas sanciones e impiden la implementación de los objetivos de desarrollo sostenible.
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