Durante una reunión de Fórmula Arria -un tipo de encuentros oficiosos, que no constituyen una actividad del Consejo- convocada por México, su representante, Juan Ramón de la Fuente, pidió promover la colaboración entre las agencias de Naciones Unidas para evitar que las armas pequeñas y municiones sigan en manos de actores no estatales.
De la Fuente reiteró que este tema debe ser discutido a fondo en el Consejo de Seguridad, pues se trata de un asunto recurrente en todos los conflictos y afecta gravemente los derechos humanos.
También llamó a los miembros del Consejo a promover acciones tendientes a crear espacios de colaboración entre los diferentes programas y agencias de las Naciones Unidas para evitar que este tipo de armas pequeñas sigan en manos de actores no autorizados.
La discusión en la que participaron todos los miembros del órgano y representantes de otros 20 países, abordó diferentes aspectos del problema y se escucharon también las voces de funcionarios de otras agencias de la ONU y de representantes de organizaciones civiles.
Casi todos pidieron al Consejo de Seguridad tratar el tema de manera más integral, menos fragmentada y con énfasis en la prevención.
La temática del encuentro incluyó desde los embargos de armas y diversas medidas contra el terrorismo, hasta las operaciones de paz y cuestiones específicas nacionales, indica una nota de la cancillería.
Según el texto, la mayoría coincidió en la necesidad de tomar medidas efectivas para controlar los flujos ilícitos de armas pequeñas y ligeras a nivel nacional, regional, y multilateral.
El tema de las armas convencionales será planteado en reuniones formales del Consejo durante la presidencia de México en el mes de noviembre.
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