Durante semanas azules y rojos entraron en disputas, uno para apuntalar la agenda del presidente Joe Biden y los otros para descarrilarla, y en eso pesa mucho que vaya a la mesa del mandatario para su firma el acuerdo de infraestructuras de aproximadamente un billón de dólares aprobado por el Senado y el plan de gasto de 3,5 billones de dólares.
Esto ocurre cuando el 30 de septiembre marca el fin de los fondos para la financiación del gobierno aunque se espera la aprobación de recursos de continuidad hasta el mes de diciembre, además de proporcionar nuevos financiamientos para los desastres naturales y los refugiados afganos.
La situación actual en el Congreso sugiere que los demócratas pueden aprobar ambas medidas por sí solos en la Cámara de Representantes pero, necesitarán el apoyo del Partido Republicano para adoptar tanto el proyecto de ley de financiación del gobierno como el aumento del techo de la deuda en el Senado.
Una vez que el proyecto de ley de financiación a corto plazo sea aprobado por la Cámara de Representantes, el Senado tendrá pocos días para votarlo y llevarlo a la mesa de Biden con el fin de evitar un cierre. Los demócratas no han dicho qué harán si los republicanos lo bloquean porque está vinculado a la lucha por el techo de la deuda, según precisó The Hill.
Para complicar las negociaciones, los demócratas necesitan casi la unidad en la Cámara, donde su presidente Nancy Pelosi sólo puede perder tres miembros, y en el Senado, donde el lider Charles Schumer no puede perder ninguno de los suyos.
Además de los problemas financieros, los congresistas pudieran enfrentarse esta semana sobre una ley de derecho del voto, la cual incluirá aspectos de una reforma electoral presentada por la senadora Amy Klobuchar (d) y Joe Manchin (d) y que puede romper el bloqueo republicano.
Otros temas que se debatirán esta semana son el aborto, después de que el Tribunal Supremo se negara a bloquear una ley de Texas que prohíbe la mayoría de las interrupciones y el proyecto de ley de defensa algo que será centro de enfrentamientos luego de la retirada de la Casa Blanca de Afganistán.
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