Las lenguas de lava se mueven con extrema lentitud, a 700 metros por horas, absorben todo lo que encuentran a su paso, como un centenar de viviendas, según impactantes imágenes difundidas por la televisión española en las últimas horas.
De acuerdo con los expertos, las erupciones anteriores en La Palma duraron de uno a tres meses, y la más larga hasta la fecha en la llamada ‘Isla Bonita’ es la del Tehuya, ocurrida en 1586, que se prolongó 84 días.
El director del Instituto Vulcanológico de Canarias, Nemedio Pérez, declaró a la cadena radial SER que la erupción del volcán puede durar lo mismo dos semanas más que varios meses.
Depende del magma que se encuentre en el reservorio del volcán, ubicado entre tres y cinco kilómetros de profundidad y conectado con otra bolsa a 20 o 30 kilómetros.
Así, la retroalimentación de la que está a más profundidad sobre la más somera podría hacer que la erupción se alargue, explicó Pérez.
Sin víctimas que lamentar hasta el momento, el volcán mantiene en vilo a la población de la zona y emite ‘una colada de lava con una altura media de seis metros que se come literalmente viviendas’, dijo el presidente del Cabildo, Mariano Hernández Zapata.
En declaraciones a TVE, Hernández Zapata también precisó que el lento avance de la lava es demoledor y destroza además infraestructuras, cultivos y todo lo que va encontrando a su camino hacia la costa del valle de Ariadane.
La situación se hizo tan tensa, que obligó a última hora al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a posponer su viaje a Naciones Unidas, a donde debió trasladarse ayer a Nueva York.
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