La Oficina de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (Ocha) comunicó a través de un documento que como consecuencia de los vendavales, ocurridos desde mayo último, también numerosas granjas quedaron sumergidas bajo las aguas, lo cual afecta la seguridad alimentaria.
En medio de tal compleja situación, aumentó la vulnerabilidad de miles de seres humanos en diversos lugares de este país, muchos de ellos refugiados en iglesias y centros escolares, sostuvo la fuente.
Tras alertar que en los próximos meses proseguirán los aguaceros en el territorio nacional, la Ocha señaló que en lo que va del actual año ya se cerraron por causa del mal tiempo 113 escuelas, lo cual afecta a los escolares que asistían a esos planteles.
Según datos del gobierno sursudanés, el pasado año unos 700 mil civiles resultaron desplazados por los temporales e inundaciones, de los cuales unos 100 mil no retornaron aún a sus lugares de origen.
En este país, donde según el Banco Mundial cuatro de cinco nacionales vive bajo el umbral de pobreza, la situación humanitaria se complicó aún más ya que la Ocha recibió este año para la ayuda a comunidades necesitadas el 54 por ciento de los mil 700 millones de dólares solicitados.
Sudán, afectado por una fuerte crisis económica, sufrió de 2013 a 2018 una cruenta guerra civil, que dejó saldo de más de 350 mil muertos y unos cuatro millones de desplazados, según organizaciones humanitarias.
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