Al presentar su informe global sobre los derechos fundamentales en el mundo ante el Consejo de Derechos Humanos, Bachelet condenó los límites establecidos a los grupos que prestan asistencia en el mar Mediterráneo central, una de las rutas migratorias más peligrosas.
Existen al menos 50 procedimientos abiertos contra organizaciones no gubernamentales (ONG) en países miembros de la UE, fundamentalmente en Italia, precisó Bachelet.
Ahora solo hay cuatro barcos desplegados en el Mediterráneo central, mientras que otros permanecen bloqueados, añadió la directiva de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Recordó que su oficina expresó repetidamente sus preocupaciones por estas medidas, así como por las acciones relacionadas de intimidación, acoso, obstrucción o denegación de acceso.
La Organización Internacional para las Migraciones estimó recientemente que más de 200 personas murieron en lo que va de año en el Mediterráneo, cuando intentaban alcanzar las costas del sur de Europa.
Las denuncias entre Serbia y Hungría, y de Grecia y Turquía por las devoluciones de personas en sus fronteras se añaden a las críticas por falta de transparencia de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas.
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