David de León, portavoz del ente, indicó que el cono genera de seis a ocho explosiones entre débiles y moderadas con columnas de cenizas que se elevan a cuatro mil 800 metros de altura sobre el nivel del mar, ante lo cual mantienen su monitoreo constante ante posibles cambios en las próximas horas.
De León precisó que en la zona se mantienen equipos de intervención estratégica e inmediata de la Conred, así como los delegados departamentales en función de entrar en acción en las comunidades identificadas de riesgo que podrían verse afectadas si aumenta el patrón eruptivo.
Además, están listas las rutas de evacuación y los eventuales centros que podrían funcionar como albergues transitorios para las familias, en total, ocho, detalló el funcionario, quien pidió a la población estar atenta a los partes oficiales y no dejarse llevar por rumores en las redes sociales.
El volcán mantuvo en la madrugada un nivel de actividad bastante alto, aunque en estos momentos las estaciones sísmicas registran un descenso; sin embargo, no se descarta un incremento de explosiones y sonidos en el transcurso del día, de acuerdo con el último parte del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología.
Las avalanchas de lava son de débiles a moderadas hacia las barrancas Ceniza, Trinidad y Las Lajas, y se reporta caída de ceniza en las comunidades de Panimache 1, Morena, Santa Sofía, El Porvenir y Yepocapa, entre otras áreas cercanas al coloso, ubicado entre los departamentos de Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango, a unos 35 kilómetros de esta capital.
Por su parte, la Dirección General de Caminos pidió estar pendientes, ya que por el descenso de flujos piroclásticos en el flanco este de las Barrancas Honda y Las Lajas fue necesario restringir el paso por la Ruta Nacional 14.
Asimismo, la Dirección General de Aeronáutica Civil ordenó tomar las precauciones con el tráfico aéreo debido a la presencia de ceniza a alturas de hasta seis mil metros sobre el nivel del mar en un radio de 30 kilómetros alrededor del volcán, en especial en dirección oeste y sur.
Los guatemaltecos permanecen en alerta, sobre todo los pobladores que viven al pie del edificio volcánico, pues aún están frescas en la memoria las escenas de terror y luto que dejó la erupción del 3 de junio de 2018, cuando la lava arrasó con aldeas enteras y convirtió un domingo de tradicional descanso en una gran pesadilla para familias enteras.
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