Al intervenir en el debate del 76 período de sesiones de la Asamblea General de la ONU a nombre de la Santa Sede como Estado Observador, Parolín se refirió a los desafíos de la comunidad internacional enumerados por el papa Francisco en su encíclica ‘Hermanos todos’ sobre la fraternidad y la amistad social.
Entre ellos la guerra, el conflicto, los malos tratos, la violencia, el hambre, la pobreza, la desigualdad y la marginación, el individualismo y la desconfianza, el extremismo y la colerización, los ataques a la dignidad humana, la pandemia de Covid-19 y las amenazas al medio ambiente.
Para hacer frente a esas dificultades, dijo, tenemos que abordarlas con una eficacia renovada basada en la abundancia de la bondad en nuestra familia humana, como aquella semilla de la bondad que se siembra en repuesta a las dimensiones médicas, económicas, sociales y espirituales de la pandemia.
Estas acciones indican que la medicina que necesita el mundo no es el aislamiento y la retirada a los intereses particulares de uno, sino más bien cercanía espiritual y esperanza que se base en las reservas de bondad que existen en los corazones humanos, apuntó.
En ese sentido, el purpurado resaltó que el lema de la Asamblea General ‘Crear Resiliencia a través de la Esperanza’ centra la atención en la importancia crucial de la esperanza en los asuntos humanos.
Ahora que surgen nuevas crisis necesitamos esperanza para seguir enfrentándolas, la esperanza nos motiva cuando parece que los problemas y desacuerdos no tienen solución, facilita el perdón y nos alerta que a través de la reconciliación puede haber un futuro mejor, expresó.
Además, subrayó, fomenta la resiliencia y nos inspira a trabajar duro incluso cuando quizás no seamos capaces de ver resultados durante nuestra vida y nuestra existencia en esta tierra.
A continuación, expuso la posición de la Santa Sede respecto a temas cruciales para la humanidad como la lucha por la paz, contra el hambre y la pobreza, por la preservación del medio ambiente y a favor de la promoción y protección de los derechos humanos.
También abordó otros aspectos como el impacto negativo de la pandemia en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU, la asistencia a migrantes y refugiados, el fin de la carrera armamentista global y en particular el desarme nuclear, así como la renovación de las Naciones Unidas.
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