En la semana concluida el 24 de septiembre las existencias de petróleo se elevaron en 4,6 millones de barriles, hasta los 418,5 millones de toneles, cuando los analistas preveían una merma de 1,7 millones de barriles.
Por su parte los inventarios de gasolina crecieron en 193 mil barriles y totalizaron 221,8 millones de toneles, frente al pronosticado crecimiento de 1,4 millones de barriles.
Mientras, las reservas de destilados —que incluyen combustible para calefacción y diesel— ganaron 385 mil barriles hasta situarse en 129,7 millones, en tanto analistas esperaban una contracción de 1,6 millones de barriles.
Según la oficina gubernamental en ese periodo las importaciones netas de crudo en la nación norteña disminuyeron en 124 mil barriles por día.
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