En el primer número de su Boletín Económico trimestral, la Banca de Italia pronostica también un aumento de 0,9 y 1,1 del Producto Interno Bruto en 2021 y 2022, apoyado por la recuperación gradual del comercio internacional y la expansión moderada de la demanda interna.
El texto añade que a pesar de atravesar por un período de persistente incertidumbre, las inversiones repuntarán por la progresiva recuperación de las perspectivas de la demanda global y las condiciones expansivas de financiamiento.
La institución financiera considera, asimismo, que la reducción del diferencial entre los bonos de la deuda observada en junio último “contribuiría a incrementar la acumulación de capital en alrededor de 3,5 puntos porcentuales durante el trienio.
Por otra parte, vaticina un aumento gradual de la inflación de 0,7 por ciento este año a 1,3 en 2022 debido principalmente al efecto de una recuperación de la redistribución y de los márgenes de ganancias beneficiados por una mejor fase cíclica.
La publicación advierte, sin embargo, que el crecimiento sigue expuesto a riesgos relevantes vinculados con la creciente incertidumbre geopolítica, los conflictos comerciales sólo resueltos parcialmente y el débil comportamiento de la actividad económica de los principales socios europeos de Italia.
El incremento del PIB podría ser inferior de lo esperado por un retraso en la ejecución de las inversiones públicas sustanciales planificadas o una reactivación de las tensiones en los mercados financieros, apuntó el banco.
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