Varios medios locales informaron este miércoles que el exmandatario publicó en su Twitter un video donde aseguró: “Aquí voy a firmar en el día de hoy mi renuncia formal a Cambio Democrático al inscribirme en el nuevo partido en formación”.
Días antes varios de sus leales, como el vocero Luis Eduardo Camacho, se retiraron formalmente de la organización y dijeron que se inscribirían en la nueva, lo que confirmó la división -insistentemente negada por ellos- y creó una crisis en las bases partidarias de 345 mil integrantes, quienes son cortejados por los martinelistas para sumarlos al partido en ciernes.
Esto pone fin a la disputa del exmandatario y sus acólitos, quienes pretendieron llamar a una convención extraordinaria del CD, con el objetivo de destronar a Rómulo Roux y la cúpula actual del grupo político, que en las elecciones internas destronaron a Martinelli el 21 de enero de 2018.
Fracasaron los recientes artilugios legales de recurrir al Tribunal Electoral para que sirviera de árbitro y otras acciones, incluida la presentación de una lista de firmas de convencionales que pedían la reunión excepcional, pero que Roux rechazó por supuestas irregularidades, entre ellas firmantes de personas que no militan en el partido.
Analistas opinaron que el expresidente y sus aliados hicieron un último intento por reconquistar la conducción de CD mediante un proceso interno, lo que aleatoriamente ofrecería a Martinelli fuero electoral para protegerse de los posibles expedientes criminales pendientes que pudieran reabrirle en los tribunales.
El exmandatario fue extraditado desde Estados Unidos bajo el “principio de especialidad”, que supuestamente impedía juzgarlo por otra causa distinta a la que motivó su extradición, pero el país emisor formalmente renunció a ese derecho, por lo que podrían reabrirse cualquiera de las 12 causas en las que está involucrado.
En agosto de 2019, tras dos años detenido en cárceles estadounidense y panameña un tribunal declaró “No culpable” a Martinelli de espionaje telefónico a adversarios, lo que su cúpula consideró un triunfo sobre quienes armaron un “juicio político”; los querellantes apelaron el fallo y están a la espera del resultado.
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